Dr. Atl: El hechicero y pintor amante de los volcanes

03 de Octubre de 2019 a las 10:16 hrs.


Dr. Atl: El hechicero y pintor amante de los volcanes


Gerardo Murillo nació en Guadalajara, Jalisco el 3 de octubre de 1875.

Fue primordialmente pintor y escritor, aunque Diego Rivera lo consideraba hechicero, yerbero y astrólogo, entre otros.

Estudió pintura en su estado natal, pero en 1986 se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

El gobierno le otorgó una beca que le permitió conocer Inglaterra, Francia, España y Alemania.

Así como adentrarse en distintas corrientes y vanguardias.

En la Universidad de Roma estudió filosofía y en la Sorbona, derecho penal.

A su regreso impartió clases en la Academia de San Carlos, y tuvo como alumnos ni más ni menos que a Siqueiros, Orozco y Rivera.

Fue un gran impulsor del arte y comenzó el camino para lo que después se conocería como el movimiento muralista en México.

Los movimientos intelectuales y el activismo político fueron parte de su vida.

Pero las letras y pintura dominarían su escenario.

El “aeropaisaje” fue su estilo pictórico, una gran aportación, ya que fue determinante en ese momento para la educación pública.

Falleció el 15 de agosto de 1964 de complicaciones respiratorias. Sus restos se hallan en la Rotonda de los hombres ilustres.

Conexión natural 

 

La teoría más aceptada es que Murillo se autonombró como Dr. Atl ya que en náhuatl significa agua y se veía identificado con ello.

Fue un genio de su tiempo y se interesó por la geología, filosofía, historia y ciencia.

Sin embargo, un tema que lo apasionó fue la vulcanología, incluso vivió a las faldas del Iztaccíhuatl y aparentemente esto tuvo que ver con las causas de su muerte.

Entre las experiencias que lo marcaron fue ver nacer al Paricutín.

Los dibujos de estos sitios fueron recurrentes.

De personalidad independiente y aventurera el paisajismo fue siempre el sello de su obra. 

La relación más conocida (tormentosa y vehemente) de Atl la sostuvo con Carmen Mondragón a quien el nombró como Nahuí Olin.

El artista fue nacionalista hasta los huesos, la naturaleza de su país lo fascinaba.

Sin duda un personaje y artista singular en la historia de México.