Marcin Owczarek (1985) es un fotógrafo belga, cuyas creaciones están dedicadas a la relación entre el hombre, los animales y la naturaleza.
Owczarek se concentra en los derechos de los animales, la conservación de la vida silvestre, el cambio climático y la frágil condición del Planeta.
Marcin busca con su obra generar un nivel visual, mental y y emocional en el espectador.
Su trabajo se expresa en un lenguaje surrealista con el que busca chocar la racionalidad con la irracionalidad para encontrar significados más profundos de la vida.
El fotógrafo belga cuenta historias sobre los mejores y peores aspectos de la existencia humana con el fin de que el espectador interprete su arte de acuerdo con su propia experiencia de vida.
De la mano de su esposa Katarzyna, Marcin formó Owczarek Studio, un proyecto misterioso, surrealista y con vigor emocional.
Las obras de esta dupla creativa se basan en la poética del surrealismo, porque el surrealismo visibiliza lo invisible y transgrede los límites tradicionales de la realidad.
La mente de los artistas funciona de la misma forma, se sienten cómodos en ese tipo de universo, de ahí que decidieran habitar allí e invitar a los amantes del arte a visitarlos.
Contar historias es parte del proyecto de fotografía de bellas artes basado en imágenes surrealistas de Owczarek Studio.
Su nueva serie titulada “Mi corazón es un animal” muestra elaboradas composiciones que combinan elementos humanos y animales.
En la serie se emplean personajes animales en entornos humanos, a menudo en un contexto social y espiritual, porque cada criatura da vida a un simbolismo y valores emocionales hermosos y originales.
Para los artistas, en cada ser humano hay una parte de los instintos animales y en cada animal hay una parte del ser humano: alma, sentimientos, emociones y fragilidad.
Sus obras de arte son tanto planificadas como subconscientes. A veces son una observación deliberada, a veces como un sueño medio recordado.
Katarzyna y Marcin Owczarek crean paisajes imaginarios e invitan al espectador a sumergirse en un mundo de sueños y misterios para ver la realidad de diversas formas.