Enviado por Redaccion el Jue, 06/06/2019 - 22:01


Lou Andreas-Salomé, la indomable mujer que enamoró a Nietzsche, Freud y Rilke


Libre, extravagante, moderna, inteligente e indomable. Así fue Lou Andreas-Salomé, la mujer que enamoró (y perturbó) a Friedrich Nietzsche, Sigmond Freud y Rainer Maria Rilke.

Nacida en San Petesburgo el 12 de febrero de 1861, Lou comprendió desde muy joven que su filosofía de vida sería la libertad. Su padre, un general ruso de los ejércitos del zar Alejandro II, le dijo: “conviértete en lo que eres”. Murió cuando ella tenía 16 años.

Vivir para ser libre

 

Lou, la menor de 5 varones y con una madre dedicada al cuidado de sus hijos, fue la rebelde de la familia.

Desde los 15 años aprendió las obras de Kant y Spinoza. Sus deseos por viajar y estudiar como cualquier hombre la llevaron a Zúrich. Ahí incursionó en Teología y Filosofía en la universidad suiza.

Su primer mentor fue el predicador alemán Henrik Gillot, con quien descubrió a Descartes, Pascal, Voltaire y Rousseau.

Su intelecto y magnetismo no tardaron en enamorar a su profesor, quien casado y con dos hijos, le propuso matrimonio.

Ese sería el primero en la lista de los rechazados de Lou.

 

La intensa Roma

 

En 1881 se trasladó a Roma acompañada de su madre. Visitó a la escritora Malwida von Meysenbug, miembro destacado del círculo íntimo de Wagner.

La relación con Meysenbug la acercarían al filósofo Friedrich Nietzsche y al escritor ludópata, Paul Rée, quienes desde su primer encuentro quedaron fascinados y le pidieron matrimonio.

Sin embargo no abria oportunidad para ninguno. Fue así que los tres intelectuales formaron una amistad plagada de celos y disputas que se inmortalizó en la famosa imagen en la que Nietzsche y Rée parecen ser dos animales dispuestos a tirar de una carreta sobre la que Salomé maneja un látigo.

El golpe final a este trio fue la traición de Rée hacia Nietzsche. Un día Paul y Salomé viajaron juntos a Berlín, sin Friedrich por supuesto. Ahí vivieron juntos algunos años.

La noticia devastó al filósofo alemán, pero la relación entre Rée y Lou tampoco duraría mucho.

Años después se casó con el profesor de lingüística Carl Friedrich Andreas, y aunque estuvieron juntos hasta 1930, ella mantuvo relaciones abiertas con otros hombres.

 

Rilke: ¿El más amado?

 

No podríamos afirmarlo, pero quizá Rainer Maria Rilke lo fue. Lou sostuvo con él la relación más duradera y libre.

El joven poeta, quince años menor que ella, logró establecer una complicidad pasional con Lou, en la que prevalecieron los encuentros y desapariciones.

Se escribieron hasta el día de la muerte de Rilke en 1926, a causa de leucemia.

Salomé entró en una profunda crisis luego de que Paul Rée se suicidara en el lugar donde ella lo rechazó por última ocasión.

Encontrando ayuda en el doctor Friedrich Pineles, Lou sostuvo una relación con él que le llevaría a escribir el ensayo El erotismo, que se sumaba a sus más de 10 novelas y poemas.

 

El último amor, el más maduro

 

Después de todos estos trágicos sucesos, Salomé se entregó al psicoanálisis. Logró formarse una vocación tan profunda que derivaría en una relación intensa con Sigmund Freud.

Pese a todo Lou, que logró enamorar a grandes pensadores de su época, murió solitaria el 5 de febrero de 1937 en Alemania, a los 75 años a causa de insuficiencia renal.