Antonio Bonet, un arquitecto de formas libres e integradas
Para aquellos que creen en la numerología, Bonet nació el 13 de agosto de 1913 y marcó a la arquitectura de forma profunda.
El nacido en Barcelona comenzó en 1935, en un estudio comandado por Josep Lluís Sert y Torres Clavé, fundadores de MIDVA (Muebles y decoración para la vivienda actual).
La Guerra Civil Española lo hizo migrar hacia Río de la Plata, Uruguay en donde radicaría gran parte de su vida.
Aunque Buenos Aires también fue un hogar para él.
Fue miembro del Grupo de Artistas y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATCPAC).
Se considera a Bonet relevante porque fue un eslabón importante entre la arquitectura de vanguardia europea y latinoamericana.
Falleció en 1989 y buscaba una unión genuina entre paisaje, técnicas y materiales en cada obra.
¿Por qué se guiaba la arquitectura de Bonet?
Fue uno de los precursores de la arquitectura moderna. Para él, la libertad de las formas era fundamental.
Pero la razón, es decir, la parte funcional y finalidad era algo que no estaba en discusión, debía de ser.
La tendencia racionalista rigió gran parte de su obra.
Consideraba a la arquitectura un factor de orden para el ser humano, desde un mueble hasta una ciudad.
Durante su carrera intentó integrar arquitectura, interior y sujeto, ya fuera en siluetas o materiales.
Entre sus creaciones están la torre Rivadavia de Mar de Plata, la casa Berlingieri, el edificio Terraza Palace y la casa de estudios para artistas en Buenos Aires.
Aunque uno de los proyectos más emblemáticos fue la Capilla Susana Soca de excepcional belleza.
